Un paseo verde.

Me gustaría revivir aquella noche.
Recuerdo que la luna llena brillaba.
Montamos en quad en vez de en coche.
Tú entre mis brazos y la carretera por delante.

Aparté el miedo a un lado

 y disfruté del paseo que hicimos

 con la excusa de aquel recado.

Deseé con toda mi alma

 que aquella velada, nunca acabara.

Al día siguiente montamos de nuevo,

y yo, ya no tenía miedo 

pues sabía que tú me cuidarías.

Así que dimos otro paseo

esta vez, de día.

¡Oh! recuerdo el verde

verde, verde, verde por todos lados.

Paraje hermoso contigo entre mis brazos.

Derecha, izquierda, verde,

arriba, azul y blanco

y debajo, asfalto.

Fui feliz, alegre por el regalo 

que la naturaleza nos había dado.

El fin de semana ha pasado

y el bosque de cemento me tiene enjaulado.