sábado, 19 de septiembre de 2015

Cómo vivir con complejos

¡Hola,Solitarios! Pocas veces hablo de este tema, pues sé que no soy la persona ideal para aconsejar a la hora de decidir si estás satisfecho con tu ser o si por el contrario lo odias. Lo sé porque yo tampoco he logrado contentarme todos los días, pues de vez en cuando tengo mis bajones. Y aquí es donde quiero llegar: ¿De verdad necesitamos amarnos siempre?
Yo creo que somos humanos, y como tales esto es imposible de conseguir. Quizá alguna vez os hayáis levantado de la cama, os mirasteis en el espejo y dijisteis: Dios,¡Qué  bueno/a que estoy! o a lo mejor os mirasteis y pesasteis: ¡ Madre mía, soy la reencarnación humana de Shrek o Fiona!
Quizá penséis que estáis locos o que tenéis un problema de autoestima. Yo no creo en la autoestima, por lo que diría que estoy loca, aunque no creo que lo esté. Sentir repulsión hacia uno mismo es tan normal como sentir atracción, no es motivo para ir al psicólogo. Lo que tenemos que ser capaces de conseguir en estos casos es el equilibrio, pues si tiramos más de un lado que del otro entonces podríamos necesitar ayuda. Una vez encontramos ese equilibrio es cuestión de aceptar nuestros sentimientos y pensar cómo podríamos mejorarnos, pues hay veces en las que nos sentimos más seguros ocultando nuestras "imperfecciones" para más tarde aceptarlas. Otras veces, no es tan fácil taparlas por temas económicos, pero no hay ningún problema. De esta forma es mucho más duro aceptar la realidad, pero creo que esto te vuelve más fuerte, pues lo asimilas antes y de forma más directa.

En mi caso, hay muchas cosas que me desagradaron siempre, pues tuve bastantes complejos. No diré que los he vencido por lo dicho anteriormente: hay días en los que me siento más bella como una camella que otros.
¿Qué complejos tenías tú a parte de tu voz?Preguntaréis: mi frente de Frankenstein, mis dientes deformes (sobre todo los colmillos que ni se ven de lo arriba que están), mis ojos caídos, mis dedos de los pies deformes... Y ya está.
No sé si con la edad acabaré aceptándolos, o si camuflaré algunos para  sentirme más cómoda. Lo que sí sé es que me defraudaría muchísimo hacerlo, pues no creo que esa sea la solución.
Con estas divagaciones sin sentido quiero decir que no os preocupéis por no ser como os gustaría ni por no aceptaros todo el tiempo, pues es normal y no es para nada un problema.

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