martes, 22 de diciembre de 2015

Ángel y princesa


Niños, niñas,

señores y señoras,
os voy a contar una historia
que se anclará en vuestra memoria:
Una princesa creída y caprichosa
que arrebataba vidas como si fuesen rosas,
se cruzó con un ángel en su camino 
y ella pensó: tiene que ser mío.
Sabía lo que pasaría
aquel ángel enamorado quedaría
de sus encantos, de su piel, de sus besos
para que luego ella lo dejase muerto.
Era su pasatiempo favorito
enamorar a la gente para luego decirle: yo nunca te he visto.
Pero algo salió mal con el ángel,
a ella le gustó más que los otros
y quiso jugar otro poco.
Al ángel la princesa le había gustado,
todo salía según lo planeado
pero cierto día la princesa despertó pensando:
 ¡Oh no! me he enamorado.
Aún así uno no pierde sus costumbres.
Ella lo lastimó pero él no se marchó.
Le hirió sin quererlo, cierto
pero al darse cuenta quiso dejarlo para más no dañarlo.
Entre llantos murmuró un adiós
y el ángel herido la abrazó
porque a él solo le importaba el bienestar de la princesa.
Después de un tiempo ella no lo olvidaba
  volvió al cobijo de sus alas.
El ángel comprensivo, con mimo y cuidado,
arropó el malherido corazón
del que se había enamorado.
Pero esto no acaba aquí, no se sabe qué fue de ellos
pero su historia no llegó al fin.
Ángel y princesa juntos aún están
y así seguirán por toda la eternidad.

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