Paseando bajo la tormenta
hallé escondida a otra sombra.
Ella preguntó si estaba sola,
yo le respondí que sí.
Ella asintió y caminó a mi lado,
yo no le interrumpí.
Pues veía en aquel ser lastimado
las heridas que el tiempo dejó tras sí.
-Juntas por siempre- susurró ella.
Yo no pude evitar reír.
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